La vuelta al trabajo y la depresión postvacacional

Chica triste con depresión postvacacional

27 de septiembre de 2024

Ahora que se han acabado las vacaciones para casi todos, es probable que empieces a ver publicaciones sobre la vuelta al trabajo y sus consecuencias. Por lo que me gustaría contestarte a las siguientes preguntas: ¿Existe la depresión postvacacional? ¿Cómo afecta a las personas? ¿Se puede hacer algo?

¿Existe la depresión postvacacional?

La respuesta corta es no y la respuesta larga es depende, pero empecemos por el principio. La depresión postvacacional no aparece en ninguno de los manuales diagnósticos que usamos en psicología (DSM-5 o CIE – 10).

¿Eso significa que no existe? Está claro que hay personas que sufren consecuencias físicas y psicológicas negativas cuando vuelven al trabajo. Por lo que el problema se encuentra en llamarlo depresión, que es un trastorno clínico ampliamente estudiado que tiene dimensiones que superan el tema del que estamos hablando.

Es cierto que en el lenguaje coloquial usamos términos como bipolar, depresión o autista para describir situaciones personales que no se refieren a los trastornos clínicos que se tratan en terapia. Aunque sería recomendable que tuviéramos cuidado al hacerlo. Entonces, ¿existe o no existe?

Depresión postvacacional o malestar postvacacional

Por lo que has leído arriba, ya sabes que no es depresión, porque no tiene ni la intensidad ni las características suficientes para usar ese término, aunque sí podrías denominarlo malestar postvacacional. En el fondo es una reacción por adaptación a un cambio del contexto brusco e intenso.

Pasar de un periodo vacacional a una rutina laboral puede hacer que nuestra mente no se adapte de forma rápida y que tenga consecuencias negativas en nuestro estado de ánimo. Piensa que hay otros cambios que pueden producir este malestar sin generar un trastorno como: un cambio en las responsabilidades de trabajo, un cambio de ciudad o de país o la transición de la vida escolar a la laboral.

Conste que no estoy minusvalorando el sufrimiento que puede sufrir una persona al iniciar su actividad laboral, sino que quiero que entiendas que no dura tanto tiempo y no tiene tanta intensidad. Si esto sucediera, es posible que haya más variables que estén influyendo en la persona. Ten en cuenta que este malestar es temporal (una o dos semanas), si dura más tiempo, sería recomendable la valoración de un profesional de la psicología que descarte otros trastornos como el burnout.

Causas y síntomas del malestar postvacacional

Aunque ya he adelantado la causa del malestar, me gustaría explicarlo con más detalle. La más básica es la ruptura del ritmo distendido de las vacaciones, normalmente las personas tenemos horarios más flexibles en el periodo vacacional, nos acostamos más tarde, comemos a deshoras, no tenemos presiones laborales y contamos con menos responsabilidades diarias.

Otro elemento que puede influir son las expectativas no cumplidas en las vacaciones, a veces ponemos tanto empeño en disfrutar, descansar y aprovechar cada minuto de las vacaciones que lo vivido no se ajusta a lo que esperábamos. En algunos trabajos, como los de oficina, llegar de vacaciones significa enfrentarse a una gran carga de trabajo acumulado, lo que puede abrumar a una persona.

Otro elemento que puede provocar el malestar postvacacional es una insatisfacción, previa al periodo vacacional, del estilo de vida o del trabajo, volver a algo que no te satisface puede traer consecuencias a tu estado de ánimo.

Las personas con malestar postvacacional pueden sentir: falta de energía, dificultad para concentrarse, irritabilidad, tristeza, ansiedad leve, pérdida de la motivación o apatía.

Hombre agobiado por intentar ver todo en vacaciones

¿Qué hacer para evitar o disminuir el malestar postvacacional?

Hay distintas estrategias que han demostrado efectividad a la hora de adaptarse al cambio.

Si es posible, convendría hacer una vuelta gradual al trabajo para poder ajustarse a las rutinas. Iniciar con tareas más ligeras y dejar las más exigentes para cuando estés adaptado. En este proceso es importante establecer metas realistas, hay que tener en cuenta nuestra energía, nuestro estado de ánimo y la capacidad que tenemos para resolver tareas en el trabajo.

Aunque siempre es recomendable introducir actividades placenteras y gratificantes en nuestra vida cotidiana, en la fase de adaptación laboral es especialmente importante. Organizar alguna cena con amigos o plantear alguna actividad que nos guste puede facilitar el proceso.

Algo básico para el desempeño laborar y los estados emocionales asociados es mantener un ambiente laboral positivo, aunque esto no está en tu control, si puedes intentar influir en ello. No es lo mismo volver a un trabajo donde se masca la crispación que a un sitio donde se mantienen relaciones positivas y de no agresión entre compañeros.

Si durante las vacaciones intentas mantener hábitos saludables como una rutina regular del sueño y de la alimentación o hacer ejercicio moderado, evitarás cambios bruscos que puedan dificultar la adaptación a la actividad laboral.

The european journal of work and organizational Psychology elaboró un análisis entre la relación que existía entre la desconexión total del trabajo y sus consecuencias en la vuelta a la jornada laboral. Planteaban que esta relación dependía de la personalidad del trabajador y de las características del trabajo. Hallaron que las personas (con trabajos muy demandantes) que tuvieron desconexión total tuvieron más dificultades que los que mantuvieron una ligera conexión con su actividad laboral. Está conexión era controlada y no requería de mucho tiempo diario. Hay que tener en cuenta que estos últimos no tuvieron un cambio tan brusco en sus rutinas como los primeros.

El malestar postvacacional me hunde la moral

Como te he comentado en este blog, aunque no lo podemos llamar depresión, el malestar postvacacional afecta a bastantes personas que vuelven a su actividad laboral. Es una combinación de factores físicos, emocionales y contextuales que dificultan a las personas su adaptación al ritmo laboral o de su vida cotidiana después de un periodo vacacional.

Para prevenirlo es importante volver a las tareas laborales de forma gradual, empezando por aquellas que tengan menos dificultad o necesidad de concentración, estableciendo metas realistas. También hay que intentar introducir actividades gratificantes en nuestra vida cotidiana. Aunque no esté en nuestro control, la calidad del ambiente laboral va a ser crucial para nuestra adaptación a las rutinas laborales.

Si crees que no puedes gestionar este malestar emocional o que dura más de lo que querrías, no dudes en contactar con Eira Fisio, donde te ayudaremos a entender la situación que estás atravesando y a mejorar tu estado emocional.

Representación del malestar postvacacional

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